Contratapa de Eloísa Oliva:

"Cada vez que leo los poemas de Gilda, una escena me viene a la cabeza: la de dos personas manipulando ese símil infantil del teléfono, dos vasos de plástico unidos por un hilo encerado. La maravilla del sonido, de la voz humana, colgando de ese hilo.
 
La voz de Gilda la imagino así, haciendo espirales en el hilo encerado, o en la pantalla, o en una página. Una voz encriptada, que lanza destellos. Y desconfía, en cada borde, del brillo. O intenta sintonizar el canal de las dendritas.
 
A veces, los espirales se vuelven indicaciones de circulación, cargadas de una sabiduría vieja como el cuerpo: “cuando alcés la vista y el cielo se abra // hiberná// tragá barro/ destilá el veneno// señalá con fuerza / tu cuerpo / en el valle de las letras sueltas”.
 
No sé si alguien escuchó alguna vez hablar a las habitantes del espacio exterior. Yo supongo que su idioma se parece al de Gilda. Y que nos llega, en virtud de la técnica, entrecortado, con un ruido blanco que enhebra y separa los sintagmas, como el hilo encerado. Gilda en una punta, nosotras en la otra. Cada una con su vaso de plástico."

 

MINIRUIDÍSTICA DEL SER O PRUEBA PILOTO DE LA PRUEBA PILOTO - GILDA GUZMÁN

$11.000
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"Cada vez que leo los poemas de Gilda, una escena me viene a la cabeza: la de dos personas manipulando ese símil infantil del teléfono, dos vasos de plástico unidos por un hilo encerado. La maravilla del sonido, de la voz humana, colgando de ese hilo.
 
La voz de Gilda la imagino así, haciendo espirales en el hilo encerado, o en la pantalla, o en una página. Una voz encriptada, que lanza destellos. Y desconfía, en cada borde, del brillo. O intenta sintonizar el canal de las dendritas.
 
A veces, los espirales se vuelven indicaciones de circulación, cargadas de una sabiduría vieja como el cuerpo: “cuando alcés la vista y el cielo se abra // hiberná// tragá barro/ destilá el veneno// señalá con fuerza / tu cuerpo / en el valle de las letras sueltas”.
 
No sé si alguien escuchó alguna vez hablar a las habitantes del espacio exterior. Yo supongo que su idioma se parece al de Gilda. Y que nos llega, en virtud de la técnica, entrecortado, con un ruido blanco que enhebra y separa los sintagmas, como el hilo encerado. Gilda en una punta, nosotras en la otra. Cada una con su vaso de plástico."