Fragmentos de la contratapa de Mariana Richardet:

" La poesía de Liliana Menéndez escarba a partir de esa veladura, abre un claro, despliega una escena, un fragmento que se funde en otro, a veces como una película; otras, como un sueño. Por momentos  uno cree haber entrado en cada una de las imágenes de sus poemas, que tienen un efecto hipnótico: brillan, traen júbilo y a la vez, esa congoja de aquello que no volverá.
En cada poema nos encontramos frente a una imagen que se va y deja un rastro. 
(...)
La atmósfera se carga de cenizas, de insectos, la tierra es húmeda, el cielo está próximo a teñirse de rojo, en ese esplendor que tienen los recuerdos, el paisaje, un mantel que se extiende sobre la mesa, las mariposas de febrero."