iacute;ntimo y cotidiano. Ese estilo ligeramente dislocado, sensible de sentir el mundo, se cristaliza aquí en cada carta enviada a la artista plástica Amalia Nieto, su segunda esposa. Así, la presente correspondencia opera como una caja negra de todo lo que vivió y anheló entre los años 1935 y 1942. Cientos de anécdotas aglutinan los pormenores de su curiosa (errática) existencia. Realidades, tiempos y lugares: una vida singular. Contemporáneo de Borges, João Guimarães Rosa, y Gilberto Owen, como ellos, Felisberto siempre busca la libertad imaginativa. La invención como destino inexorable.

Al leer y releer aquí al autor de Por los tiempos de Clemente Colling y El caballo perdido, más lo relaciono con la prosa impresionista de Marcel Proust, y su idea mefistofélica de capturar el presente en esa otra eternidad llamada instante. Este epistolario es una obra literaria en pleno sentido del término. Acaso sean éstas, sus páginas más reveladoras que haya escrito jamás.”

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396 PÁGINAS

Destacados autores del siglo XX (Jules Supervielle, Ramón Gómez de la Serna), la familia y el estrecho círculo íntimo de Felisberto Hernández son los destinatarios de esta impar literatura breve. El volumen cuenta con dedicatorias, notas, fotos y partituras musicales

Dice Carina Blixen sobre esta edición: Tal vez ningún otro escritor uruguayo plantee tal grado de afinidad entre la escritura epistolar y la literatura. Durante años, Felisberto Hernández vivió pendiente del correo, esperando una respuesta, informándose de cuándo salía para escribir hasta último momento. Esto sucedía cuando recorría el interior de Uruguay y Argentina en giras de pianista, cuando recalaba en casa de su hermano en Treinta y Tres, cua

FELISBERTO HERNÁNDEZ